La cantidad de estudios científicos y de investigación que se publican es abrumadora incluso para los investigadores más experimentados. Las cuestiones e hipótesis médicas más importantes son estudiadas por científicos y equipos repartidos por todo el mundo, a veces con resultados diversos y aparentemente contradictorios, lo que dificulta la toma de decisiones.
El meta-análisis presenta una perspectiva global, a mí me gusta decir “miran todo desde arriba”, y es un procedimiento estadístico capaz de integrar los hallazgos de muchos estudios independientes, encontrar resultados y tendencias generales que los estudios individuales por separado no pueden.
Se necesita una metodología depurada para buscar, seleccionar y revisar los múltiples estudios publicados sobre un tema concreto para luego combinar y analizar los resultados. El meta-análisis genera investigación, diseñando nuevos estudios con menor riesgo de sesgo, añadiendo nuevas variables y generando nuevas hipótesis. Esta investigación permite crear nuevas guías clínicas que ayuden a los profesionales de la salud a tomar decisiones.
Todos los estudios tienen sesgos y es frecuente encontrar publicadas revisiones sistemáticas y meta-análisis que contienen defectos importantes y metodología deficiente que pueden limitar la validez de los resultados. Para evitarlo, existen pruebas estadísticas suficientes para tener en cuenta los sesgos y controlarlos.
En OMEDICS nos hemos propuesto generar meta-análisis rigurosos, mejorando el diseño, los análisis, los gráficos, la presentación, la interpretación y la publicación de las revisiones sistemáticas para que sigan desempeñando un papel central en la medicina basada en la evidencia.